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Guerrero para siempre

Guerrero para siempre    Hay noticias que te sacan la vida del cuerpo, de la garganta. Y no hablas, no puedes hablar. A las nueve y cuarto de la noche del 31 de julio Cuba dejó de respirar durante unos cinco minutos. No hizo falta subir más el volumen de los televisores; en casa sólo se escuchó la sobria voz de Carlos Valenciaga, jefe de despacho de Fidel, anunciando la decisión del Comandante en Jefe de delegar provisionalmente sus responsabilidades al frente del Estado, el Gobierno, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Partido, debido a quebrantos de salud.

Y mientras uno intentaba seguir letra a letra su Proclama al pueblo cubano, en medio de la aflicción, toda la vida de este "guerrero para siempre" -con el permiso del poeta- llegó de golpe a cubrirnos la memoria. Otro pasaje de su historia revelaba la excepcionalidad de lo que ahora acontecía.

Juicio del Moncada (1953). El Tribunal santiaguero intenta justificar la ausencia del líder de la Generación del Centenario. Entre los asaltantes sobrevivientes la voz de Melba Hernández cortó de un tajo la mentira: "¡Fidel no está enfermo!". La prueba la llevaba en sus manos: una carta del joven abogado escrita en la cárcel de Boniato. En la misiva decía que se trataba de impedir su presencia en el juicio y de que no se conocieran los horribles crímenes que se cometieron en las personas de los prisioneros, que se encontraba perfectamente bien de salud, sin dolencia física de ninguna índole.

Casi 53 años han transcurrido de aquel suceso. Hoy ese propio Hombre que la historia absolvió hace muchísimo tiempo nos habla, como de padre a hijos, sobre una complicada operación que lo obligará a permanecer varias semanas de reposo. Ningún cubano digno duda. Por ello, este 31 de julio la tristeza se internó noche adentro.

DE HÉROES A HÉROE

Amanecer del primero de agosto. Con premura enciendo la radio. Al filo de las cinco y treinta Rebelde anuncia que la Mesa Redonda Informativa estará dedicada a la repercusión de la Proclama de Fidel. Salgo a la calle con la avidez del reportero. La ciudad se hace poco a poco al día. La gente se mueve de aquí para allá en sus rutinas mañaneras; pero hoy me parece que habla más bajo, en otro tono grave.

"Nunca me había sentido tan mal", apunta Abundio Sánchez Varona, un obrero agrícola que hizo trizas su anonimato a base de machete limpio en potreros repletos de marabuzales. No es que me haya acobarda'o, eso jamás; sino porque se trata de FIDEL; así, escriba el nombre con letra grande. Él nos hace mucha falta, para junto a Chávez y a Evo echar para alante todos los proyectos que tienen. Y no hay por qué preocuparse tanto, dejó la dirección del país en manos seguras, Raúl ha demostrado que tiene capacidad y otras muchas cosas que hacen falta para enfrentar al imperialismo".

Abundio no olvida. "¿Dónde te pongo esto, porque tu pecho está repleto de condecoraciones?", le preguntó el Comandante aquel Primero de Mayo de 1992, cuando le iba a colocar el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Y el guajiro de El Cacahual, muy serio, le respondió: "Ahí le dejé un huequito, póngamelo en el corazón".

Emociones sin par también acumula Juana María Blanco Santos, merecedora, igualmente, de dicha condición. "Esa noche del lunes no dormí. Fidel trabaja mucho, eso es día y noche, no es como Bush que se pasa la mitad del tiempo de vacaciones" -señala esta mujer, quien labora en la UBPC Guayos, perteneciente al Ministerio del Azúcar.

 "He estado varias veces cerca de él, hasta en una marcha en La Habana por el regreso del niño Elián. Llevaba puestos unos tenis; yo, que soy de surco largo, casi no podía emparejarme con el Comandante. Por eso digo que el Héroe es él, no nosotros".

DE LA SOLIDARIDAD AL ASCO

Próximo al mediodía de este martes el mundo está a un clic en la computadora en la Redacción de Escambray. La agencia Prensa Latina reporta que en Hanoi, Viet Nam, el mandatario Hugo Chávez hizo un paréntesis en su visita protocolar y deseó una pronta recuperación al "amigo infinito". En Bolivia Evo Morales se suma al mensaje y recalca las gratitudes a Cuba. En La Higuera del Che encienden velas por la salud de Fidel.

En Nueva York, en la Iglesia San Romero de Las Américas, oran también. De cada latitud del planeta llega la solidaridad; sólo en un lugar crece a la desbandada la miseria humana. El sitio digital El Nuevo Herald la vomita. Nada extraña. La noche anterior el canal CNN en español desbarató su programación habitual para hacerse cómplice. Escoria y vileza subieron a camionetas, máquinas... y recorrieron la calle 8, de Miami, y a toda garganta desearon la muerte de... Demasiado asco. Nada extraña. ¿Se podía esperar por otra reacción si esa misma gente rogó porque se cayera el avión que traía de regreso a Elián y a su padre a la Patria?

En ese propio estercolero vivió Jorge Mas Canosa, presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, quien en una universidad de la Florida, ante la pregunta de un estudiante sobre cuál podría ser el destino de Fidel, sólo escupió: "Una bala en su cerebro o un avión para huir a Corea del Norte". Cuando este individuo murió en 1997 nadie recuerda que en Cuba se haya levantado copa alguna.

CERTEZAS

Atardecer del primero de agosto. En casa adelantan los quehaceres domésticos. A las seis y treinta la familia comparte frente al televisor. La Mesa Redonda Informativa inicia con el Mensaje del Comandante en Jefe al pueblo de Cuba y a los amigos del mundo. Agradece el apoyo; lamenta haber causado tanta preocupación. "Yo no puedo inventar noticias buenas, porque no sería ético, y si las noticias fueran malas, el único que va a sacar provecho es el enemigo (...) Lo importante es que en el país todo marcha y marchará perfectamente bien".

Y lejos, muy lejos, un mensaje de aliento rompe las rejas de la penitenciaría de Victorville, California. Viene a nombre de los Cinco Héroes y lo firma Gerardo Hernández, ese joven que izó parte de su vida en las montañas del Escambray fomentense.

Entre el cúmulo de reportes periodísticos del próximo día resaltan las declaraciones de Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional, quien estuvo junto a Fidel el lunes por la tarde e instó a sus colegas del Parlamento a empinarse "para estar a la altura de este joven de 80 años".

A punto del cierre de estas notas repaso otros apuntes vivos en la agenda. En la Unidad Empresarial de Base INDUPIR rinden jornadas muy productivas. Esa es su manera de responder en la actual coyuntura. Por su parte, los trabajadores de la Empresa Gráfica Espirituana aseguran que la impresión de textos vinculados a la Batalla de Ideas no se detendrá.

En el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos el doctor Miguel Oviedo Jiménez pregunta a teatro lleno: "¿Quién con más amor por las ciencias y la cultura que Fidel, que hace médico al indígena y enseña a leer a los ancianos?". Tales certezas también las hace suyas la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en Sancti Spíritus, la cual pospuso para diciembre la jornada cultural por el cumpleaños 80, como lo pidió Fidel.

¿Cuándo mejor si en diciembre de 1956 los expedicionarios del yate Granma, atascados hasta el pecho en los manglares de Las Coloradas, creyeron siempre en la victoria? ¿Cuándo mejor si en ese diciembre Fidel y Raúl estaban en Cinco Palmas, en el vientre de la Sierra Maestra, levantando otra vez los cañones humeantes de las armas? Desde entonces, en esos cuatro hombros comenzaron a crecer las mismas ramas del olivo milenario, que aún hoy se mantienen olorosas.

Enrique Ojito Linares

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